viernes, 15 de enero de 2010

La casa de té japonesa


Tradicionalmente, las ceremonias del té o chanoyu se llevan a cabo en “casas” construidas específicamente a tal efecto. A la casa estilo so-an se entra mediante una puerta muy pequeña. Sin importar el rango de cada uno, la entrada sólo puede hacerse arrastrándose hacia el interior. Así, desde el principio se abole la jerarquía y los participantes a la ceremonia se hacen simbólicamente iguales.

La estructura no tiene ventanas con bellas vistas. El chado o camino del té es el centro de atención. La luz se controla mediante el uso de pequeñas ventanas ubicadas de tal manera que los utensilios de la ceremonia se muestren de la forma más agradable posible.

El tatami (alfombrilla de paja de aproximadamente un metro de ancho por dos de largo y cinco centímetros de grosor) determina el tamaño final de la estructura. Las casas de té son típicamente de 1 a 12 tatamis de tamaño. Estas alfombrillas se separan del suelo en una distancia de 45 a 50 cm, que sirve para mantener la estructura fresca en verano y templada en invierno. Incluso la disposición de los tatamis sigue un estricto protocolo. Nunca se deben poner de manera que las cuatro esquinas se encuentren. Durante los días de los samurai, este patrón “en cruz” creado por la interesección de cuatro tatamis crearía puntos débiles, un lugar que permitiría fácilmente la inserción de un cuchillo desde debajo del suelo.

En todos los salones de té encontrarás un poste de madera que es un tronco de árbol. Este poste no tiene una función estructural y no está ubicado en el centro de la habitación. El origen de este poste puede encontrarse en uno de los más antiguos templos shintoístas en Izumo, que tenía postes sagrados como parte de su arquitectura.

El espacio en la casa de té se mantiene deliberadamente sencillo para no distraer al anfitrión o al invitado de los elementos que sirven como centro. Arreglos florales conocidos como chabana se sitúan artísticamente para que estén iluminados y se vean de la forma más atractiva posible. El espíritu del arte del chabana es crear arreglos que reflejen la forma en que se verían en su entorno natural utilizando el menor número posible de elementos para alcanzar ese objetivo. Se utilizan flores que viven durante sólo un día para subrayar la importancia de esa ceremonia del té en particular.

En la decoración tradicional de la casa de té también se incluye uno o más rollos bien situados. Estos rollos pueden ser escénicos o simplemente ilustrar los símbolos de WA, KEI, SEI y JAKU.

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