viernes, 14 de octubre de 2011

Un cóctel explosivo para Argentina

La crisis económica mundial y la crisis interna constituyen una peligrosa combinación para Argentina que da como resultado un estancamiento en los mercados, precaución frente a las ventas y aumentos de precios. La preocupación: perder competitividad.

Durante 2011, tanto el mercado interno como externo se ha estancado y Argentina ya no está creciendo al ritmo que lo venía haciendo los últimos años. Entre enero y setiembre del 2011, las bodegas argentinas exportaron  US$ FOB 534,313, 15,742 millones de cajas de 9 litros a un precio promedio de US$ FOB / Caja 9 Litros 33,94. Comparado con el 2010, el valor aumentó un 10.4%, el valor cayó un 3.3% y el precio promedio subió 14.21%.  
             
Por un lado, haciendo una comparación en términos de valor y volumen de las exportaciones de vino embotellado argentino a Estados Unidos, entre los periodos enero-agosto de 2010 y enero-agosto de 2011, se observa una fuerte caída del segmento de precios menor a U$S 15.

Según datos de Caucasia Wine Thinking, Argentina perdió en esta categoría el 69,9% en volumen, pasando de exportar 522.389 cajas de 9 litros en 2010 a 157.000 cajas en 2011. En valor, esta caída representa el 70,2%, bajando su recaudación de U$S 6.867.426 FOB a U$S 2.045.333 FOB.

Un dato no menor fue la reacción de los vinos ubicados en el segmento de U$S 39 a U$S 60 por caja de 9 litros. Comparando los primeros ochos meses del año 2010 contra igual periodo de 2011, aumentó 51,1% en volumen, mientras que en valor, la ganancia fue del 47,2%. 

Lo mismo ocurre con el segmento que va de U$S 60 a U$S 110 la caja de 9 litros, que creció en comparación 2010 vs. 2011 un 46% en valor y volumen. 

En el caso de Brasil, según datos de Trade Map, en el período comprendido entre enero y julio de 2010, Argentina exportó a Brasil 25.507 miles de dólares. En el mismo periodo de 2011, este valor fue de 26.536 miles de dólares. Comparando los mismos meses en volumen, lo números muestran que en 2010, Argentina le vendió a su país vecino 8.480.931 litros contra 7.822.417 en 2011.

Traduciendo a valores porcentuales, las ventas de vino embotellado argentino a Brasil cayeron el 7,76% en volumen mientras que subieron el 4,03% en valor.

Finalmente, en lo que respecta al mercado canadiense, según muestran los datos estadísticos de las exportaciones de vino embotellado argentino con destino a Canadá, los valores se mantienen, mientras que el volumen disminuye. En el período comprendido entre enero y marzo de 2010, se exportaron 21.263 miles de U$S contra 21.015 miles de dólares en los mismos meses de 2011. La diferencia, por tanto, es de tan solo el 1,63% negativo.

Sin embargo, en términos de volumen la diferencia negativa es mayor. En enero-marzo de 2010 entraron a Canadá 5.103.814 litros de vino argentino, mientras que en 2011 la cifra bajó a 4.474.097 litros. Esto significa que Argentina exportó 12,33% menos en ese período.

Aumentar precios, misión imposible 

En base a esto, los encargados de las exportaciones destacan que hoy el mercado está reaccionando con precaución, esperando ver cómo se van a ir comportando los consumidores antes de realizar aumentos en los vinos. 

Además, otro problema con el que se enfrentan es que a medida que las bodegas aumentan los precios, las líneas van saltando de rango de precios. De esta forma, la franja más codiciada para el vino argentino y más competitivo (US$15  - US$20), va perdiendo terreno. 

Alejandro Panighini, gerente de Exportaciones de Norton, mencionó que “hay que estar muy en sintonía con lo que está pasando en los mercados para no perder posiciones en los distintos segmentos”. Sin embargo, aclaró que es inevitable que haya una desaceleración en los volúmenes de exportación. 

En el caso de los mercados europeos, Panighini destacó que “hablar de aumentos es una complicación grande porque estos se superponen con las variaciones del tipo de cambio euro-dólar que generan aumentos reales aún mayores”. 

Uno de los mercados que se ha visto más afectado es Canadá. “Las exportaciones en volumen cayeron aproximadamente un 20%, mientras que el precio aumentó un 15%. La caída en volumen se da principalmente en los productos de precios más bajos, que tuvieron que generar aumentos de precios mayores que terminaron posicionándolos en precios al público más altos, perdiendo participación. Este fenómeno se da en los precios FOB por debajo de USD 30. Por encima de este nivel los volúmenes siguen creciendo”.

“En Estados Unidos, muchos no están aceptando el incremento porque los productos salen de sus segmentos originales. En general, los compradores están muy cautos; antes algunos se stockeaban ante oportunidades de negocio, hoy esta toma de riesgos se redujo”. 

En concordancia, Lucas Lowi, export Manager de Chandon y Terrazas de Los Andes, coincidió que “en el actual escenario mundial existe mucha incertidumbre, sobre todo porque los compradores están esperando ver cómo se interpretan las diferentes señales macroeconómicas”.

En un respiro de aliento, Lowi confía que los mercados Latinoamericanos serán los que mejor reacciones a estas crisis, y continuarán con interesantes tasas de crecimiento; a diferencia de Europa y Estados Unidos”. 

En el caso de Sebatián Sicilia, export Manager de los mercados de Estados Unidos y Canadá de Finca La Celia y Tamarí, comentó que “aquellos vinos menores de U$S 20, aumentaron sus precios incluso superando los 20 dólares. En el caso de los vinos de entre U$S 20 y U$S 25 han tenido algunos aumentos menores, mientras que en los de más de U$S 26 los precios se han mantenido estables”.  
“Por ahora -continúo Sicilia- la mayor cantidad de nuestros productos siguen estando en el rango de precio más competitivo en Estados Unidos y sobre todo para el exportador argentino que es entre U$S 10 y U$S 20. Es en este segmento de precios que se encuentra nuestra gama media y media alta. Sin embargo, este año no hemos logrado el crecimiento deseado en esta categoría”. 

Realidad argentina, la otra punta del cañón 

En una nota publicada en Área del Vino, Michel Rolland destacó lo siguiente: “Afuera, la competencia es fuerte y como siempre hay que competir, hacer el producto adecuado para un mercado y estar al mismo precio; pero hoy los precios del Nuevo Mundo no son mucho más baratos que los de Francia. Si Argentina sigue con la locura de la inflación y con el aumento de los salarios, en algunos años tendrá vino más caro que Francia y matará su competitividad. De hecho, no me asusta más la situación de Francia que la de otros países. Si las cosas siguen así, Francia será un fuerte competidor para los países del Nuevo Mundo en pocos años”.

Con respecto a esto, Patricio Reich, CEO de Renacer, agregó que “el euro ha tenido una fuerte corrección y los países productores de la Euro Zona se han vuelto más competitivos. Es por esto que no sólo vemos competencia con otros países (como Francia), sino que también con nosotros mismos. El tema es que hay mucho Malbec de excelente calidad en las góndolas de todo el mundo. Los vinos que están a U$S 20 retail están frenados por lo que deciden rematarlos al 50%, y se puede ver no sólo en góndola, sino también en Internet. A medida que la crisis sigue creciendo, la competencia es aún más feroz”. 

Si los problemas económicos continúan a este ritmo, la competitividad y los vinos de excelente relación precio-calidad con la que Argentina siempre se diferenció del resto puede quedar sólo en el recuerdo. 

Mirando al 2012, los encargados de las exportaciones destacan que será un año complicado, particularmente para Argentina que tiene complicaciones adicionales. Reich agregó que “la inflación ha disminuido considerablemente la rentabilidad. Esto, unido a un tipo de cambio estable, nos deja con pocas herramientas para mantener la rentabilidad”. 

Panighini, mencionó que “es difícil saber cómo va a seguir todo, la crisis internacional influye en todos los mercados en mayor o menor medida y la alta volatilidad en los tipos de cambio en el mundo, no permiten visionar. A esto, hay que sumarle un año de elecciones y con una inflación que viene creciendo a dos dígitos”. 

Igualmente, “en el contexto de crisis mundial, un componente positivo es que sigue creciendo la aceptación por los vinos argentinos, esto puede ayudar a compensar las dificultades que se prevén”, resaltó.

El Viejo Mundo está atento a la crisis - Opinión de Gabriela Malizia

La crisis económica internacional iniciada en 2008 no deja de causar estragos en el mundo. Los productores de los principales países vitivinícolas están muy preocupados por sus efectos actuales. En Francia y España la crisis es un tema ineludible al hablar de estrategias, futuro, promoción y ventas en las bodegas. Por un lado se da la gran caída del consumo dentro de cada país; en Francia, según se pronostica, podría caer de 42 a 37 litros en dos años. En España, la tasa de desempleo que trepa a más del 20% (4,8 millones de desempleados) y con un salario mínimo de 650 euros, la situación para el consumo de vinos es desalentadora. Dato a tener en cuenta porque estos países están apuntando todos sus cañones a los mercados externos, especialmente a Estados Unidos y Brasil (los principales para Argentina).



España y el Sur de Francia, zona muy productiva, tiene muchos vinos que compiten en precio con los del Nuevo Mundo y la calidad es interesante. Los precios de los vinos top de Burdeos -los Grand Cru Classé- se vendieron "en primeur" a muy buenos precios este año atados a la demanda de China. Esta mejora -recordemos que los vinos bordeleses por la crisis cayeron fuertemente en 2009 - estabiliza los valores para el resto de Francia, aunque la demanda de productos de otras regiones no sea igual de constante. En estas zonas productivas las bodegas se esfuerzan por ahorrar en costos -la mano de obra es el más importante- y optimizar precio y calidad. Gracias a la estabilidad en los costos de producción y a una moneda sólida, más la ayuda que prestan los organismos gubernamentales y los trabajos de promoción externa que hacen los organismos regulatorios, estos países productores son amenazas para exportadores como Argentina que, en pleno período de posicionamiento en los mercados externos, padece inflación e inestabilidad. La crisis no quedó atrás y se avecinan nuevos frentes de tormenta. El Viejo Mundo se prepara para enfrentarlos con políticas austeras y subsidios ¿Cuál será la estrategia del gobierno argentino? La respuesta a esta pregunta llegará, esperemos, después del 23 de octubre. 
Fuente: Area del Vino

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